Chuparse el dedo es un acto reflejo y natural en los bebés que incluso realizan dentro del vientre de su madre
. Sin embargo, si se convierte en un hábito durante sus primeros años de vida puede ocasionar a largo plazo secuelas en la mordida de tu hijo
.


Según aconseja Seop Odontopediatría, si tu hijo o hija tiene más de 3 años y sigue chupándose el dedo es aconsejable que consultes a un ortodoncista u odontopediatra para que te asesore.
